Un vacilón del Chato
El Chato Matta llegó al restaurante por sus tallarines rojos con asado que tanto le gustan. "María, el feriado largo me hizo recordar cuando era empleado en el Ministerio, en los tiempos del 'Chino' Fujimori. Allí trabajaba un mujerón de caderas de infarto. Se llamaba Zenaida y era nada menos que la amante del segundo del 'Doc', un narizón, con bigotes y cara de tarado. La chibola era hija de un chofer del gerente, que la conoció y quedó impactado con su belleza. Al toque la metió a trabajar como su 'secre' y la convirtió en su querida. Una vez que llegó el 'Hombre del Doc', a tratar con el funcionario, se quedó prendado de ella. Le ordenó que lo acompañe a almorzar. ¡pero con la caderona! Esa tarde, el mafioso le dijo al viejo: 'consíguete otra secretaria, Zenaida trabajará en la presidencia del directorio y nunca más tendrá contacto contigo. Es una orden de arriba'. La trampa se sentía la reina y choleaba a todo el mundo, pero siempre bajaba a nuestra área y se ponía a conversar conmigo.
'Chatito, hay feriado largo, me voy con el bigotón a Tarma, en su camioneta. Seguro irá de comisión para el 'Doc' y me voy a quedar solita. No te hagas el difícil, sé que también me deseas', me decía con cara de actriz de cine porno. 'Para qué quieres a uno más, si tienes a todos los viejos babeado por ti?', le aclaré. 'Chato, pero tú me gustas, porque no eres como todos que creen que soy calabaza y solo me miran el trasero. Por eso quiero que vengas como nuestro chofer. Haré que te paguen el triple'. La secre era astuta, sabía mi debilidad. Además, tenía un buen barajo para salir de mi casa sin que mi esposa sospeche, y Zenaida estaba espectacular y prometía un faenón. En Tarma, el bigotón se la pasó en reuniones con tipos de acento colombiano, llegados de Tocache. Yo me perdía con ella en el valle e hicimos un viaje relámpago a la Cueva de las Lechuzas, en Tingo María. El hombre fuerte de 'Vladi' no se daba por enterado. Pero al regreso, el tipo demostró por qué era lugarteniente del más grande mafioso del Perú y sacó toda su siniestrada. Una noche llegó Zenaida a su depa y encontró todos sus vestidos y zapatos rotos. Un sobre con fotos a colores donde ella y yo estábamos calatos en el hotel. La botaron con roche del Ministerio. Ella se quedó sola, misia, terminó siendo mujer de un secuestrador y, al final, trabajó en un night club. Nunca más vi a Zenaida, pero al bigotón sí lo vi hasta en la sopa, en los juicios que le hicieron a Montesinos, porque él era su brazo derecho y me mataba de risa por su desgracia y sus cachazos, ja, ja, ja". Pucha, ese Chato es terrible, por eso su esposa lo botó del hogar.
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