Cuídate de las trampas

Las trampas juegan en todas las canchas. No se quedan en el fútbol o en la farándula. Son 'todo terreno' y siempre tienen presente el dicho popular, 'A rey muerto, rey puesto'. Su frase más popular es 'te amo' o te hacen sentir el más macho de los hombres. Pero tienen memoria frágil, se olvidan de sus promesas cuando aparece un jugador de moda, un artista que rompe en rating o una 'billetera gruesa'. Son de nadie y de todos a la vez, sólo juran fidelidad a sus juergas y sus noches de alcohol, rumba y sexo. Algunas a veces se equivocan y se enamoran. Esta especie de 'canallas' es la más peligrosa porque es de armas tomar. Ellas se ofrecen de noche, duermen en el día y por la tarde planifican quiénes serán sus víctimas. ¿Cuál es la diferencia con una mujer que vende su cuerpo? Que las que ejercen el oficio más antiguo del mundo llevan bajo el pecho un corazón de 'cinco estrellas'. Las otras sólo buscan arribar, utilizan el 'poder del calzón'. Les gusta entregar lo mejor de su repertorio. Se diferencian con las de casa porque la experiencia en la calle las hace únicas en la intimidad. Tienen mucho de actrices, en el fondo sólo actúan. Saben que son la otra, que nunca serán presentadas como las 'firmes', pero no lo exigen, es su principal arma de chantaje. 'No te hago problemas con tu familia, pero dame mi lugar'. Y los que cayeron en sus garras, empiezan a gastar en alquiler de departamentos y compra de autos. Pagan capricho. Pero los peores son los que las toman de novias y las llevan de la mano. Es una condena al sufrimiento. Nunca estarán seguros, vivirán tratando de controlarlas. Llamarán a cada rato a los celulares que ellos mismos les han comprado. No la dejan que salgan a fiestas, ni que pasen mucho rato en casa de alguna amiga. Es que uno se puede olvidar de un presidente corrupto, un narcotraficante o un violador, pero nunca de una trampa. Es un estigma para toda la vida. Además sus huellas quedan en la cabeza. Ah, y como diría el gran Gabriel García Márquez: 'los cachos se heredan'. Apago el televisor.

Credito: El Buho del Diario "EL Trome"